Gentileza de una estimada amiga
La maestra de 2º grado dictó a cada alumno una notita dirigida a
sus mamás organizando un desfile de disfraces como modo de homenajear
a los niños en su día.
Llegó el día. Salón de acto repleto, mamis, papis, abuelos, tíos,
padrinos, en fin, toda la familia en el colegio festejando.
Llega la hora y sale una mamá disfrazada de Minnie: aplausos;
sale otra de Cenicienta, más aplausos; una más, de Tweety, siguen los
aplausos... Y asi siguieron...
Ya en decimocuarto lugar sale la mamá de Jaimito:peluca fucsia,
corte carré, labios rojo sangre, cachetes con colorete, corset rojo
con puntilla bien escotado, conjuntito de torerita y mini de cuero
negra, portaligas y medias caladas con costura, tacos aguja bien
altos, bufanda de plumas de colores, celular en una mano y en la otra
un cigarrillo con boquilla extra larga,... más que aplausos, arrancó
una exclamación:
"¡¡¡Ohhh!!!".
Al dejar el escenario, la maestra le preguntó:
-Pero, ¿qué se puso?
A lo que ella respondió:
-El disfraz que me mandó a decir en el cuaderno : "de puta fina".
- ¡¡¡Nooo!!! -dijo la maestra- ¡¡¡era de Pitufina!!!
"El día que me sienta mal no me pongo en manos de nadie. Me boto yo mismo en el cajón de la basura."
Gabriel García Márquez
Gentileza de una estimada amiga
SUIZA NO TIENE MAR.
La presidenta Cristina Kirchner de visita por Suiza se reúne
con el presidente de ese país.
La presidenta le presenta sus ministros, el Ministro de
Justicia, el Ministro de Educación, el Ministro de Salud y así sigue.
Llega el turno del presidente de Suiza que comienza las
presentaciones, el Ministro de Economía, el Ministro de Justicia, el
Ministro de Marina...
Ahí Cristina se empieza a reír a carcajadas, y le dice:
¡"Disculpe Presidente pero. ¿para qué tienen un Ministro de
Marina sin no tienen mar?!!!"
El presidente de Suiza le contestó.
"Cuando su Excelencia me presentó a sus Ministros de Salud,
de Justicia y de Educación yo no me reí, Sra.."
ÁNGEL DE LA GUARDA
Mi dulce compañía no me desampares ni de noche ni de día, hasta que me ponga en Paz y Alegría , Jesús. Amén.
"No hay hombre tan cobarde a quien el amor no haga valiente y transforme en héroe." - Platón
Carta de la abuela
Querida nieta: El otro día tuve una experiencia religiosa
muy buena, que quiero compartir contigo.
Fui a la librería cristiana y allí encontré una calcomanía
para el auto que decía "TOCA LA BOCINA SI AMAS A JESUS"
Dado que había tenido un día muy malo, decidí comprarla y pegarla
en el cristal de mi auto.
Al salir manejando, llegué a un cruce de dos avenidas que estaba muy complicado, con muchos autos. La temperatura exterior
era de 37 grados y era la hora de salida de las oficinas.
Allí me quedé parada, porque la luz estaba roja, pensando
en el Señor y cómo El es bueno.
No me di cuenta que la luz se había puesto verde, pero descubrí que muchos otros aman al Señor porque inmediatamente comenzaron a sonar las bocinas.
La persona que estaba detrás de mí auto era sin duda muy religiosa, ya que tocaba la bocina sin parar y me gritaba: DALE, POR EL AMOR DE DIOS. Dirigidos por él, todos hacían sonar la bocina. Yo les sonreí y los saludaba con la mano a través de la ventanilla.
Vi que otro muchacho me saludaba de una manera muy particular levantando sólo el dedo medio de la mano.
Le pregunté a otro de mis nietos, que estaba conmigo, qué quería decir ese saludo.
Me contestó que era un saludo Hawaiano de buena suerte.
Entonces yo saqué mi mano por la ventana y saludé a todos de la misma manera.
Mi nieto se doblaba de la risa, supongo que por la bella experiencia religiosa que estaba viviendo.
Dos hombres de un auto cercano, se bajaron y comenzaron a caminar hacia mi auto, creo que para rezar conmigo o para preguntarme a que templo voy.
Pero en ese momento fue que vi que la luz estaba verde. Entonces saludé a todos mis hermanos y hermanas y pasé la luz.
Luego de cruzar, noté que el único auto que había podido pasar era el mío, ya que la luz volvió a ponerse en rojo, y me sentí triste de dejarlos allí después de todo el amor que habíamos compartido.
Por lo tanto, paré el auto, me bajé, los saludé a todos con el saludo hawaiano por última vez y me fui.
Ruego a Dios por todos esos buenos hombres y mujeres.
Besos,
Tu abuelita...
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